domingo, 11 de enero de 2009

Fascículos


Para mí, la Navidad termina en el preciso instante en el que, allá por el cinco o seis de enero, veo el primer anuncio de fascículos. Este año 2009 ese momento ha estado ligado con una colección de rosarios a la que al poco tiempo han seguido miniaturas de dragones y tanques alemanes, cuentitas de vidrio para fabricar bisuteria y ediciones facsímiles de albumes de cromos, entre otros.
Ese tránsito publicitario inaugura para mí el cambio de pensamiento de estas fechas, el paso del impuesto buen rollo navideño a la general mala leche invernal que nos acompaña a todos. Claro que, dado cómo terminó el mal recordado año 2008 y como empienza a parecer este ya terrible 2009, encuentro a faltar algunas colecciones de fascículos que creo recomendables para estas fechas y que desde aquí humildemente sugiero a los mandamases que se reúnen quien sabe dónde y deciden qué nos vamos a encontrar al ir al kiosko:

- Una colección de tapones para los oidos y antifaces opacos para aquellos que no quieran ni oir ni ver el horror de Gaza perpetrado por Israel. Alternativamente una colección de excusas y justificaciones en porcelana pero no en miniatura para que sean digeridas, engullidas o tragadas por aquellos que desde Israel o donde sea justifican lo injustificable, la muerte de civiles y niños en aras de una extraña y terrible victoria que los hace, a ellos y a todos los que no gritamos con fuerza suficiente como para parar esta masacre, culpables y más débiles que antes de que esto empezara.
-Una colección de declaraciones y juicios de valor en edicción de lujo de todos aquellos gurús que repitieron una y otra vez que la economía nos iría de lujo siempre y cuando no nos metieramos en los asuntos del mercado, ese animal de extrañas costumbres amatorias que ha acabado por matarse y matarnos debido a sus numerosas adicciones al riesgo. Junto con esta colección se podría incluir un diccionario que permita traducir la frase "sí, yo tengo la culpa y lo siento" en múltiples idiomas a todos aquellos magnates, banqueros, políticos y demás que miran para otro lado en estos tiempos.
- Una colección de pildoritas varias que nos permitan sobrellevar el dolor en todas sus manifestaciones que este año se ha desbordado ya a estas alturas. Aquí, el formato podría incluir grupos temáticos como estimulantes, euforizantes, alienantes o tranquilizantes.
- Una colección de espejos del mundo para que nos miremos cada día desde todos los ángulos a ver si adivinamos ya de una vez qué nos pasa y por qué somos como somos.

Esta es solo una propuesta, claro, pero tal y como se ha despertado el 2009 me temo que se queda corta.
En fin. Que sea leve.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Me ha encantado tu post!. Es la primera vez en los muchos años que nos conocemos que te mojas en temas tan espinosos como los que has tocado, directo al centro de la diana. Ojalá mucha gente pudiera leer estas líneas y reconociera de una vez por todas la verdad de lo que está pasando.
Enhorabuena.