domingo, 7 de octubre de 2007

Homenaje a Jack Skellington


Fui a ver Pesadilla antes de Navidad al poco de que se estrenara en España. La verdad es que no pude convencer a nadie para que se viniera conmigo a ver esta peli de "dibujos animados", que además venía bajo el paraguas de Disney. Y es que esto de que te gusten las pelis de dibujos o de animación, como se dice ahora, no es que tenga demasiado buen ver si tienes mas de doce años (yo tengo alguno más), salvo que sean japonesas o coreanas. El caso es que el cine estaba lleno de niños con papás y mamás que, claro, no sabían, como yo mismo ignoraba, la que se nos venía encima. Yo estaba entusiasmando con Tim Burton y también con Danny Elfman, y el hecho de que se uniera para esta peli, que se vendía como musical con un tema un tanto extravagante, a mi me intrigaba mucho. Además, antes de la peli, proyectaron un corto de Burton, Frankenwinnie, sobre un niño que pierde a su perro al que resucita, cual doctor Frankenstein, con consecuencias imprevisibles. A mi ya me encantó aquel corto en blanco y negro donde Burton hace una mezcla maravillosa entre lo infantil y lo macabro, pero es que cuando comenzó Pesadilla antes de Navidad, me quedé asombrado. Muchos niños no aguantaron hasta el final de aquel delirio tenebroso y feliz pero yo no pude despegarme de la pantalla hasta el últimisimo de los créditos y salí del cine preso de una admiración que todavía dura.
No voy a contar los detalles de la historia de Jack Skellington pero sí diré que esta historia nació a contracorriente, y creo que nadie en Disney sabia muy bien lo que queria hacer el tipo de los pelos raros, pero pasado ya un tiempo, ésta película se ha convertido en una de esas joyas desconcertantes que aparecen muy de vez en cuando.
La fama de la peli creció, sí, pero más lo hizo la popularidad de Jack Skellington, al que hoy se puede ver en camisetas, bolsitos, bolis, posters, y demás merchandisings que surgieron. El propio Jack llegó a aprecer en un videojuego (Kingdom Hearts) junto a otros personajes de Disney (!¡), y la imagen de su calavera burlona es conocida hoy en todas partes.
Yo me quedé enganchado a su voz cantarina (en realidad la de Danny Elfman en la versión original), y a su historia (muy transgresora, incluso para los standares de Disney), y he escrito este post como pequeño homenaje a su figura, que desde hace unos días me saluda desde una estantería en forma de muñeco, gracias a que Clara me lo regaló para mi cumpleaños.
Es inevitable pensar en Jack cuando Halloween se acerca por que, a fin de cuentas, él es el rey de las calabazas, el representante más certero de lo que significa esta fiesta tan americana y que hemos adoptado como hacemos con casi todo lo que viene de los USA. Pero en el caso de Jack, creo que ese triunfo es merecido. Es muy dificil no encariñarse de este personaje siniestro, sí, pero extrañamente entrañable, como ya le sudecía a otro hijo de Burton, Eduardo Manostijeras, aunque Jack no tiene ese aire trágico, con él nos lo pasamos francamente bien, y el ver su figura finisima y gris saludando desde la estantería siempre me pone de buen humor.
Asi pues, saludemos de nuevo al bueno de Jack Skellington y recordémosle que, de aquí a nada, volverá a reinar en la noche de Halloween.

1 comentario:

Saray Bielsa dijo...

me parece un istorria muy bonita :D

A mi también me gusta Pesadilla antes de navidad y todas las demas peliculas de tim burton !¡ JeJe