domingo, 9 de diciembre de 2007

La brújula dorada


Es pronto aún para saber si la adaptación cinematográfica de Luces del Norte, primera novela de la Trilogía La materia oscura de Philip Pullman, va a ser o no un éxito suficiente como para que se rueden los dos capítulos restantes de la historia (La daga y El catalejo lacado). Lo que sí se ha sabido es que ya hay en marcha un boicot contra la película por parte de sectores católicos que la ponen poco más o menos como una guía para ateos infantiles y recomiendan no acercarse a cualquier sala en la que se proyecte la peli. Y aunque la obra de Pullman contiene una dura crítica a cierto tipo de pensamiento ultra-religioso, poco de eso queda en la película, donde los aspectos más espinosos, o bien se han suavizado o se han eliminado. Y es una pena por que Luces del Norte propone muchas ideas sobre ciencia y religión, y como relato fantástico, podría haberse abordado desde una perspectiva más adulta. Ni los libros ni la película son muy recomendables para niños, si acaso para adolescentes. Hay en ellos (sobre todo en los libros finales), una historia compleja, personajes ambiguos, decisiones difíciles, violencia explícita e implícita, y una visión de la fantasía marcadamente materialista, en el sentido de que todo tiene explicación pese a su carácter “maravilloso”. La película ha elegido un punto de vista más infantil sobre la historia y funciona acumulando acontecimientos a ritmo acelerado. Pasan muchas cosas, quizá demasiadas, y algo de sosiego hubiera sido deseable aún a costa de alargar un poco la peli. Ese constante pasar acontecimientos hace que muchos de los personajes y sus acciones no se entiendan (como es el caso de Serafina Pekalla), resultando su presencia meramente anecdótica. La película transcurre de forma entretenida pero algo confusa, con una espectacularidad que va creciendo hasta un doble final que deja un sabor de boca raro. El epílogo deja todas las cuestiones abiertas, a medio, y uno sale con la sensación de que le han escatimado algo. En la novela, esa progresión está mejor modulada y la historia se cierra de manera más satisfactoria.
Polémicas religiosas o antirreligiosas al margen, estoy un poco confuso sobre la película. Funciona como uno de esos regalos de envoltorio aparatoso que al final da menos de lo que uno espera. La ambientación, las partes técnicas del relato son excelentes, y hay muy buenos momentos en sus casi dos horas pero le falta algo de chicha, de músculo narrativo, y le sobre un poco de “esto pasa por que sí”, sin más explicaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente. Leí la trilogía y no me pareció escrita para niños. Más bien para jóvenes y adultos. En mi opinión, han hecho una película para niños y sinceramente creo que ha sido un error. Supongo que aquellos que la hayan visto sin haber leído el libro han salido del cine bastante confusos respecto a la cantidad de acontecimientos que ocurren "porque sí", sin más aclaraciones. Me ha decepcionado bastante. ¡¡Feliz 2008!!