viernes, 25 de mayo de 2007

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais


Se cumplen ya veinticinco años de Blade Runner y, como suele ser normal en los aniversarios ultimamente, se va a aprovechar la ocasión para sacar una edición en DVD de superlujo con las no se cuantas versiones que hay de la película, la que quería el estudio, la que quería su director Ridley Scott, la que quiso pero no pudo rodar y que ahora quiere maquillar digitalmente a la manera de George Lucas con las tres primeras películas de Star Wars, y no se cuantas más. Dicen las malas lenguas que Scott está rodando (!!!) algunas escenas nuevas para un nuevo montaje de la peli por que está (todavía a dia de hoy) insatisfecho con como quedó la cosa. Yo, la verdad, me quedé deslumbrado cuando ví la pelicula originalmente hace ya unos años. Todo me pareció nuevo, extraño, la música de Vangelis, los efectos de Douglas Trumbull, la estética, la historia, ... Cuando se estrenó años más tarde lo que llaman la "versión del director" me quedé un poco igual. Eliminaron la omnipresente voz en off de la versión original y quisieron acentuar los aspectos más paranoicos del relato (que por algo se basa en una novela de Phillip K. Dick). Y ahora veremos lo mismo que nunca habíamos visto antes, una nueva Los Angeles 2019, nuevos viejos replicantes, todo nuevo pero creo que nada nuevo en el fondo por que esta historia tiene algo de clásico, y creo también que es de las pocas películas ambientadas en el futuro más o menos próximo que no ha envejecido. Mucho me temo que nuestro (pasado) mañana se acerca bastante a este cuento terrible donde los ogros y los príncipes son la misma cosa y donde todo se pierde, como ahora mismo, como lágrimas en la lluvia.

sábado, 19 de mayo de 2007

Lo que no se ve


Hay en Zodiac, la película de David Fincher, muchos momentos de los de pasarlo mal (la película es una especie de estudio sobre el miedo y la obsesión, entre otras muchas cosas, rodada de una manera muy setentera por alguien que tiene pinta de ser un paranoico). Claro, tenemos la historia de un asesino en serie del cual, durante la primera hora vemos sus crímenes en imágenes que asustan e incomodan, mucho más por como están rodadas (de una forma fria, aséptica y casi siempre con el punto de vista de la víctima) que por que sean más o menos truculentas. Pero hay una en especial donde lo que nos da miedo es, precisamente, lo que no se ve. Esos momentos en los que sabemos que algo terrible puede pasar y que, de repente, se convierten en una pantalla negra donde no vemos, nos pone en una tesitura extraña: ¿de verdad queremos ver? ¿O es que nuestra imaginación nos ha llevado allí donde nuestros ojos no han llegado?
El uso de esta ausencia no solo tiene efectos terrorificos, aunque es para causar miedo o inquietud donde más se usa. La mejor escena que yo recuerdo donde este "no ver" da más juego fue en una peli de dibujos, lo cual no deja de ser una osadía por que es precisamente en el cine de animación donde podemos ver cosas posibles e imposibles, donde nada se oculta normalmente. La peli es Monstruos S. A. y la escena es precisamente la última, por lo que me abstengo de comentar nada. Solo digo que eso que no vemos es precisamente lo que, en este caso, crea una emoción estupenda.
Y es que jugar con esa naturaleza mirona que parece que tenemos puede hacernoslo pasar muy bien (o muy mal) si se juega con maestría.

sábado, 12 de mayo de 2007

Viajes por Paul Auster III. ¡Creía que Auster era Dios!


A estas alturas (tercer rollete ya ...), parecerá que soy un fan obsesivo de Auster, de esos que tiene ABSOLUTAMENTE TODO lo que hay publicado de este escritor y que lee sus libros como si estudiara la cábala... Bueno, algo de eso hay pero tampoco hay que pasarse. Por que tras Leviatan yo tenía un poco la mosca en la oreja. Y esa mosca se transformó en frustración cuando leí Mr. Vértigo.
Quizá fui yo, quizá la historia, lo cierto es que, para mí, Auster escribe de forma totalmente diferente al contar la vida del protagonista de esta historia. La intención del autor parece ser contar una historia verosímil, aunque lo contado sea increible (en este caso el nucleo de lo contado es la posibilidad de que un hombre vuele). Pero éste no era mi autor, o al menos no el que yo esperaba. ¿Dónde estaban las ideas, dónde el juego con las estructuras narrativas? No hay nada de eso en Mr. Vértigo. Hay otras cosas y muy bien contadas pero, yo quería al contador de ideas y me había encontrado con el contador de historias. Este chasco se prolongó con Tombuctú, novela que tiene el mismo espíritu, contar algo que parece muy dificil de contar, en este caso la vida de un perro (Mister Bones), contada por él mismo. Además, en esta novela hay dos partes muy diferentes y algo desequilibradas, lo cual no ayuda mucho. Y yo, tras leerla, seguía un poco huerfano del escritor que me había deslumbrado.
Y por si fuera poco, en estos años, Auster comenzó a hacerse muy muy famoso. Primero por la adaptación que hizo de un relato corto suyo (Las navidades de Auggie Wren) el director Wayne Wang y que dió lugar a una película llamada Smoke (película que tiene una hermana menor, Blue in the face, dirigida entre Auster y Wang y mezcla de improvisación y mil cosas más). Esta peli tuvo un gran éxito en su momento y curiosamente contiene mucho del Paul Auster que me gustaba, con multitud de apuntes autobiográficos (no por nada la historia transcurre en Brooklyn, el barrio donde vive el autor) e ideas que luego aparecerían en algunos de sus futuros libros. Anagrama publicó los guiones de las dos películas y a partir de ahí publicó todo lo publicable: desde algunos de sus poemas, pequeños ensayos, recopilaciones de artículos, una colección de relatos coordinada por Auster, el guión de su segunda peli, ...
El nombre de Auster sonaba cada vez más, este hombre hacía cada vez más cosas y, para mi pequeña frustración, yo pensaba que no iba a volver a encontrarlo como lector. Pero bueno, cambian los autores y cambian los lectores. No podía esperar que Auster siempre escribiera de la misma forma.
Por suerte, llegó El libro de las ilusiones. Y creo que entonces empecé a entender.


jueves, 10 de mayo de 2007

Sagrado=Secreto


Debería asustarme pero a estas alturas, asustarse no vale la pena. Digo esto por la noticia que leo hoy sobre un Museo Creacionista inaugurado hace poco en Petersburg, un pueblo de Kentucky, no por nada la tierra del pollo frito, en el que se explica "científicamente" la Biblia, donde el Génesis es tomado al pie de la letra como un relato de la historia del planeta y sus habitantes. Yo, la verdad, eso de mezclar ciencia y religión me parece una metedura de pata. Que cada cual crea lo que quiera (parece que algunos americanos, y europeos de la vieja tradición judeo-cristiana, y ahora fundamentalistas islámicos o de donde sea, se empeñan en poner a Dios hasta en la sopa), pero la religión se basa en un tipo de conocimiento "revelado", lo sagrado siempre tiene algo de secreto, bien por que según algunos nuestra cabecita no da más de sí para entenderlo, bien por que no nos han contado toda la información. La ciencia es otro tipo de conocimiento, elaborado según normas muy estrictas y con un enfoque sobre lo estudiado donde necesariamente, todos los cabos se han de atar, nada hay secreto y por lo tanto nada hay sagrado. Esto no lo digo yo, sino Jorge Wagensberg, físico, director del museo de la ciencia de Barcelona, y autor de dos libros que se llaman Ideas para la imaginación impura e Ideas sobre la complejidad del mundo (editados ambos por Tusquest ) en los que, aunque los títulos dan un poco de grima, cuenta muy bien su parecer sobre este y otros temas.
En fin, no se que será lo próximo pero mejor que Darwin no se entere.

domingo, 6 de mayo de 2007

Kurt Vonnegut o la cruzada de los niños sin patria


Hace unos días me enteré de la muerte de Kurt Vonnegut. Autor de una novela llamada Matadero 5, o la cruzada de los niños, en ella el autor trata de contar lo que es imposible contar: el horror. En el caso de Vonnegut, el bombardeo de Dresde durante la segunda guerra mundial de la que fue testigo. ¿Cómo se hace para contar eso? Bueno, él soluciona el problema ... ¡desde la ciencia ficción! Así, al no poder soportar el peso de lo real, nuestro héroe (que a esas alturas de su vida era poco más que un niño), tiene que crear un mundo alternativo al cual escapar. Y resulta curioso que una novela sobre algo terrorífico es muy divertida. Claro que Vonnegut maneja las situaciones absurdas como nadie. Por cierto, este es otro ejemplo de novela imposible de llevar al cine llevada al cine (por George Roy Hill, en una película tan rarita como la novela).
Redescubrí a este autor con un librito publicado la editorial Bronce llamado Un hombre sin patria en el que cuenta, con una lucidez tan dolorosa como poco frecuente, su visión de la vida. También es un libro muy divertido y, como ejemplo, aquí va su teoría sobre el divorcio y la vida en pareja:
"Hablemos de mujeres. Freud dijo que no sabía lo que querían las mujeres. Yo sé lo que quieren: quieren tener mucha gente con la que hablar. ¿Y de que quieren hablar? Quieren hablar de todo.
¿Qué quieren los hombres? Quieren tener muchos amigotes y quieren que la gente no se enfade tanto con ellos.
¿Por qué hay tantos divorcios hoy en día? pues por que la mayoría de nosotros ya no tenemos clanes familiares. Antes, cuando un hombre y una mujer se casaban, la novia tenía mucha más gente con la que hablar de todo. El novio tenía muchos más amigotes a los que contar chistes idiotas.
La mayoría de nosotros , sin embargo, cuando nos casamos sólo conseguimos ser una persona más para el otro. El novio gana un amigote más, pero es una mujer. La mujer gana una persona más con la que hablar de todo, pero es un hombre.
Cuando una pareja discute hoy en día, tal vez se crea que es por dinero, o por poder, o por sexo, o por la educación de los niños, o por lo que sea. Pero lo que en realidad se están diciendo el uno al otro, aunque no lo sepan, es esto: ¡No eres gente suficiente!
Un marido, una esposa y algunos niños no son una familia. Son una unidad de supervivencia terriblemente frágil"