sábado, 19 de mayo de 2007

Lo que no se ve


Hay en Zodiac, la película de David Fincher, muchos momentos de los de pasarlo mal (la película es una especie de estudio sobre el miedo y la obsesión, entre otras muchas cosas, rodada de una manera muy setentera por alguien que tiene pinta de ser un paranoico). Claro, tenemos la historia de un asesino en serie del cual, durante la primera hora vemos sus crímenes en imágenes que asustan e incomodan, mucho más por como están rodadas (de una forma fria, aséptica y casi siempre con el punto de vista de la víctima) que por que sean más o menos truculentas. Pero hay una en especial donde lo que nos da miedo es, precisamente, lo que no se ve. Esos momentos en los que sabemos que algo terrible puede pasar y que, de repente, se convierten en una pantalla negra donde no vemos, nos pone en una tesitura extraña: ¿de verdad queremos ver? ¿O es que nuestra imaginación nos ha llevado allí donde nuestros ojos no han llegado?
El uso de esta ausencia no solo tiene efectos terrorificos, aunque es para causar miedo o inquietud donde más se usa. La mejor escena que yo recuerdo donde este "no ver" da más juego fue en una peli de dibujos, lo cual no deja de ser una osadía por que es precisamente en el cine de animación donde podemos ver cosas posibles e imposibles, donde nada se oculta normalmente. La peli es Monstruos S. A. y la escena es precisamente la última, por lo que me abstengo de comentar nada. Solo digo que eso que no vemos es precisamente lo que, en este caso, crea una emoción estupenda.
Y es que jugar con esa naturaleza mirona que parece que tenemos puede hacernoslo pasar muy bien (o muy mal) si se juega con maestría.