Esta semana ha terminado la cuarta temporada de House. Hace algunas semanas, en una entrevista, preguntaron al creador de la serie, David Shore, sobre qué iba House, a lo que éste, tras advertir que resumir algo como unas serie en una sola palabra no lo iba a dejar en muy buen lugar, dijo simplemente que es una historia sobre la verdad.
Creo que Shore tiene en esto razón. Además de su estructura de suspense, la serie ha llegado a un considerable nivel de lucidez sobre lo que cuenta y sobre quienes lo cuentan. Los personajes, todos ellos, son sólidos, creibles, en cierto modo han evolucionado ante nuestros ojos y los hemos visto cambiar, no siempre para mejor. El lema de House, "Todo el mundo miente", es el reverso de la declaración de Shore, todo el mundo miente a los demás y, sobre todo, se mienten a sí mismos para seguir adelante. Y creo que ese es el verdadero fondo de House, la idea de soportar lo que nos rodea y como hacemos mil estratagemas para continuar. Y lo que nos rodea es dolor, un constante sinsentido, una especie de broma cruel ante la cual nos aferramos a lo que podemos. House, a un cinismo cruel y a una especie de espiral auto-destructiva, Wilson a la idea de poder ser feliz, el resto se busca coartadas con mejor o peor fortuna y así van, en un viaje que tiene mucho de lúcido y por eso mismo de desesperanzado.
No hay grandes soluciones, no hay lógica, todo el mundo muere a fin de cuentas. Y mientras que el terrible final no suceda hacemos lo que podemos, por que, como diría la otra gran frase sobre la serie, no siempre consigues aquello que quieres.
Lo sorprendente es que, ante este panorama, seguimos acompañando a House y al resto, tal vez con la idea de que las cosas vayan a mejor, de que a pesar de todo siempre hay más cosas buenas. No se, pero el caso es que, sea cual sea nuestra razón, nos sigue enganchando la honestidad brutal, la mala baba y la cojera de House.
1 comentario:
No sé tu, pero yo prefiero a gente como House, por duro y cruel que pueda ser, a gente que siempre trata de disfrazar la realidad con infinidad de eufemismos, gente que incluso, aprendida ya esa forma de enfrentar las cosas, lo hace con historias y situaciones que no precisan de ese "lavado de cara". Me ha sabido a poco esta temporada tan corta, supongo que por la huelga de guionistas o porque ya están exprimidos al máximo y espero que no sea su despedida final.
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